Fue muy gracioso cuando encontré este muñeco, unos niños lo jugaban y pedían a su papá que se los compraran, yo vigilaba cual león a su presa, y cual gato me quite las ganas de seguir asechando a mi presa, camine un poco mas hasta dar con unos trapillos baratos para el auto, derrepente mi asechados aparecen, la sorpresa que me di cuando no llevaban mi muñeco en las manos y el padre algo codo no quiso gastar 30 pesos por el muñeco, y yo si, una representación muy graciosa de una calavera, toda vestida de morado, que mueve la cabeza cual bailarina hawaiana de aquellas películas de camionetas, vaya cliche.
Mi novia algo escéptica de las gracias del muñeco sin fe me vio pegarlo con velcro al tablero del carro, donde sigue ahí esperando a que me suba con el.
(Fotos de Subida tarde)
Saludos
FotoAndad!
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