No soy muy fan de los accesorios para automóviles; pero me encontré un muñequito que haciendo a un lado lo macabro que podría resultar me gusto mucho.
Skully le llamamos yo y mi novia al pequeño cabezón, se la pasaba diciendo que si y que no en el coche, un día de sol se cayó del tablero y ahora descansa en la mesa de los monitos en mi casa, muy formal el joven muñeco me queda viendo y mientras escribo tiembla de nervios en la mesa blanca de mi casa.
Saludos y gracias por visitar el blog!
FotoAndad!
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